¿Cuál será la moneda del futuro?

¿Cuál será la moneda del futuro?¿Cuál será la moneda del futuro?

Cuál es la moneda del futuro, la pregunta del millón. La respuesta es sencilla: La moneda del futuro son las propias criptomonedas en sí mismas. ¿Alguna en especial? El tiempo lo dirá, pero hay serias previsiones que auguran que Bitcoin podría reemplazar al dólar como moneda de reserva global.

Contenido:

Por qué las criptomonedas son la moneda del futuro

Porque la economía contemporánea (y no solo la digital) precisa de un medio de pago directo, sin intermediarios, anónimo, que sea seguro y que aplique las mínimas comisiones posibles, todas éstas son características de las criptomonedas.

En principio, podría parecer que las stablecoins (criptomonedas cuyo valor permanece estable y sin variaciones) son las candidatas perfectas para cumplir dicha función porque siempre tienen el mismo valor.

Por qué las stablecoin no son la moneda del futuro

A pesar de las múltiples ventajas de las stablecoin, puedes leer más sobre las stablecoin aquí, no pienso que puedan convertirse en la moneda del futuro, más bien se emplearán como refugio por la gente que invierte en criptomonedas.

A continuación te dejo un par de motivos por los que pienso que las stablecoin no se convertirán en la moneda del futuro:

Inconvenientes
  • La mayoría de stablecoin no son descentralizadas porque dependen de un control gubernamental para preservar su valor constante.
  • Cuando la inversión en Stablecoin aumenta su regulación tiende a dispararse. Con lo que desaparece su positiva ventaja (o la de cualquier activo digital) con respecto al sistema tradicional de banca, al cual pretenden dejar obsoleto con el tiempo.

El Bitcoin es la moneda del futuro

La moneda del futuro es Bitcoin
Cuál será la moneda del futuro

Sin lugar a dudas podemos afirmar que Bitcoin es la moneda del futuro porque la vinculación entre el Bitcoin y el Dólar no es directa, y su fortaleza como primera divisa digital se ha mantenido sin apenas altibajos. Tras su bache más reciente, se recuperó deprisa. Y en febrero de 2021 logró un nuevo tope de $47,000 USD por moneda.

Si a Bitcoin le sumamos la fuerza de Ethereum (su competidor directo y, a la vez, complementario) y su práctico sistema de DApss y contratos inteligentes, se nos presenta un horizonte de dinero digital seguro, multifuncional, descentralizado y sin regulaciones. Es decir: la moneda del futuro perfecta para un sistema libre de mercado.

Pero siempre hay imitadores, como NEO (el “Ethereum chino”). Y campo para la innovación también, como Ripple con respecto a Bitcoin, de cuya matriz surgió. O protocolos como Tangle, que se ha propuesto revolucionar la cadena de bloques en sí misma. Mediante un sistema sin límites de escalabilidad y con cero comisiones, pues Tangle prescinde de la validación de los mineros.

Tampoco hay que menospreciar los últimos proyectos de divisas criptográficas capitaneados por grandes compañías, que se han ido subiendo al carrusel de la blockchain. Como es el caso de Libra (ahora rebautizada como Diem), un nuevo token que dará mucho que hablar bajo el patronazgo del gigante Facebook.

Ni tampoco habría que dejar de lado por completo el potencial de desarrollo de algunas Stablecoins (y hay dónde elegir, son muchas). Pues, pese a los inconvenientes que hemos señalado en ellas, podrían dar muchas sorpresas todavía. Como las ha dado ya (y grandes) la presente estrella de la criptografía monetaria estable. Tether (USDT) es actualmente la Stablecoin más poderosa, con una capitalización de mercado de alrededor de $4 mil millones.

Las criptomonedas han venido para quedarse. Como una alternativa descentralizada algo volátil, pero razonablemente confiable en un mundo en seria crisis política y económica a la vez, en el que ya nada es seguro. Tienen el apoyo de una tecnología revolucionaria que aún puede dar mucho de sí. Y cuentan con novedosas plataformas de pago e inversión, que agilizan las transacciones y facilitan el trabajo de quien confía en ellas.

Dónde comprar la moneda del futuro

Ya sabes que el Bitcoin es la moneda del futuro, una criptomoneda que con el paso del tiempo adquirirá relevancia y sustituirá de manera progresiva al dinero fiat. Una criptomoneda cada vez más respaldada por gobiernos y grandes corporaciones como Tesla.

En estos momentos solo te queda saber dónde puedes comprar la moneda del futuro, Bitcoin, con las mejores condiciones posibles: Menos comisiones, Más formas de pago, Proceso sencillo y seguro.

  • Binance
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Cuál es la mejor Criptomoneda

Bitcoin empezó siendo una simple moneda y se convirtió en un verdadero activo, considerado hoy día como el “oro digital”, es decir: escaso y estable contra los altibajos del mercado y las acciones. ¿Quiere eso decir que es la mejor criptomoneda? Pues sí y no.

Copa de la mejor criptomoneda

Sí, porque es la primera y la más potente en inversión y beneficios, y por el patrón estable que implica. Y no, porque tras Bitcoin han venido otros proyectos. Y es justo en eso, en el proyecto a medio y largo plazo (por ejemplo, en las plataformas ICO) en donde habría que poner el énfasis si se quiere invertir bien. Y no ponerlo tanto en un token concreto, por rentable y poderoso que este sea por sí mismo, como sin duda lo es Bitcoin.

Opciones hay muchas, como la Chainlink de Oracle, que se aprovecha de las capacidades de Ethereum, pero con la novedad de que facilita agregar datos externos a la opaca cadena de bloques. O el proyecto Crypto.com, con su token propio, y con una versátil billetera digital que permite, entre otras cosas, comprar Bitcoin con un 50% de descuento entre otras múltiples ofertas.

Por otro lado y sin salir del Bitcoin, la citada estabilidad de éste (similar a la del oro) no se lleva bien con la naturaleza de las criptomonedas. Pues es precisamente la volatilidad de los activos criptográficos, la que permite que invertir en ellos (y pese al riesgo en las caídas), resulte algo atractivo cuando su valor sí que se dispara de manera exponencial al alza.

No existe la mejor, pero una buena criptomoneda debe cumplir 3 requisitos esenciales:

  • Que el minorista la acepte, es decir, que se puedan comprar muchas cosas (y en muchos sitios) con ella.
  • Que posea un método de identificación o Prueba de Trabajo (POW) eficaz y rentable, sin gran consumo de energía.
  • Que su capitalización de mercado sea elevada, es decir, que haya muchas monedas circulando y con un volumen de transacciones grande.

En cuanto a nombres concretos: Ethereum, Cardano, Ripple, BinanceCoin… Hay muchas opciones que detallaremos enseguida y que amplían el abanico de alternativas al “oro digital” de Bitcoin que, como veremos, no es todo lo que reluce en el variopinto mercado de las finanzas digitales.

Cuáles son las Criptomonedas con más futuro

gráfico alcista

No dejaremos fuera de la lista a la primera moneda digital que apareció y sigue siendo la más capitalizada: Bitcoin, por supuesto. La pionera, creada en 2008 y líder del mercado de divisas criptográficas. Un valor seguro hoy día (hasta cierto punto), pero susceptible de perder su posición privilegiada en beneficio de opciones más ambiciosas y versátiles.

Vamos a ver algunas de las más de 7000 monedas virtuales que la tecnología ICO (y el poderoso sistema de blockchain) permiten generar para invertir, crear útiles DApps y comerciar con ellas.

Ethereum (ETH)

Todo en uno: anonimato, versatilidad, rentabilidad, y sin ataduras gubernamentales. Código libre flexible para que cualquiera genere múltiples DApps o aplicaciones útiles con él (desde finanzas hasta juegos). Contratos inteligentes seguros e inmutables, que prometen sustituir en el futuro el sobrecoste económico y humano de los intermediarios y los registros notariales en papel.

Ripple (XRP)

Ideada por los mismos desarrolladores de Bitcoin, se puede decir que es su evolución natural (o sucesora). Es un token seguro, y su particular encriptación permite la transparencia de las transacciones. Pero oculta la información de pago, para que el emisor y el receptor sean los únicos con acceso a ella (y a su código).

Litecoin (LTC)

También inspirado en el Bitcoin. Su red descentralizada de código abierto permite transacciones rápidas y un almacenamiento eficiente. Su límite es superior al de Bitcoin, y eso deja un margen más flexible para las inversiones.

Monero (XMR)

Su seña de identidad es el total anonimato en ambos sentidos de la transacción, emisor y receptor. Lo cual en sí es una ventaja, pero también un imán para ciberdelincuentes. No tiene un suministro fijo de monedas (un punto a favor). Y otro de sus fuertes está en su algoritmo propio (llamado RandomX), el cual permite minar monedas usando computadoras personales poco potentes o anticuadas, es decir: sin necesidad de una CPU o una tarjeta gráfica avanzadas, como sucede con la mayoría de tokens. De ese modo, cualquiera puede minar XMR. Reduciendo el gasto energético y democratizando la blockchain, de paso.

Neo (NEO)

El Ethereum chino, diseñado en 2014 para esquivar las suspicacias del gobierno de China para con la libertad de las divisas digitales. Viene a ser como Ethereum y busca competir con él, gracias a características propias como su naturaleza indivisible y su mayor velocidad (10.000 transacciones por segundo en Neo, frente a las 15 de Ethereum).

Dash (DASH)

Transacciones muy rápidas con bajas tarifas. Anonimato garantizado por una red de dos niveles. El primero, a la par que Bitcoin, se basa en la clásica minería de blockchain. El segundo, se apoya en potentes servidores especializados llamados masternodes, los cuales alojan en sí clones de la cadena de bloques como copia de seguridad. Y, de paso, permiten añadir funciones avanzadas, como el financiamiento de proyectos comunitarios, y la propia retribución en tokens para quienes mantienen el sistema.

Cardano (ADA)

Es una de las criptomonedas más jóvenes y prometedoras, surgida en 2015. Recurre a un sistema de dos capas, una para las transacciones y otra para ejecutar diversas DApps. Busca ser escalable, segura y más rentable y fácil de mantener que la red Ethereum. De la cual imita su sistema de smart contracts, aunque mejorado con avances futuristas como la “firma cuántica” de los contratos.

Iota (MIOTA)

Utiliza una tecnología propia llamada Tangle muy distinta a las blockchains, en la que cada transacción permite validar otras dos. Su dinámico sistema de nodos confirma las transacciones de forma automatizada y rapidísima, y tiende a saturarse al prescindir de los mineros. Pero su objetivo es justo ese: rendir al máximo con el menor costo humano y material posible.

Podríamos citar aquí otras monedas de aparición reciente y prometedor futuro, como NEM, Dogecoin o Ravencoin. Veremos algunas. Pero para ir terminando este apartado, no hay que olvidar el proyecto de Criptoeuros que plantea el Banco Central Europeo. Dado que el dinero en Europa está mayoritariamente encriptado ya en forma de tarjetas de crédito y plataformas ágiles de pago, el siguiente paso lógico es digitalizar el euro mismo.

Como punto final, una breve alusión a las criptomonedas de carácter social, como Faircoin o Wikibank, que tienen como objetivo conciliar el agresivo mercado de divisas con las necesidades de una moderna economía humanizada y sostenible.

Cuáles son las 5 Criptomonedas más importantes

Hay muchos factores a tener en cuenta para valorar la importancia real de una criptomoneda. Si pensamos en su capacidad de uso, cada una es un mundo y no hay una superior a otra. Además, todas tienen similitudes (cuando no son puros clones), al depender en mayor o menor medida del sistema de cadena de bloques convencional que comenzó en Bitcoin.

Si hablamos de su capitalización de mercado en cifras brutas en Febrero de 2021, las 5 criptomonedas más importantes y por tanto serias candidatas a convertirse en la moneda del futuro son:

  • Bitcoin.
  • Ethereum.
  • Litecoin.
  • Bitcoin Cash.
  • Ripple.

Pero si sumamos el capital de todas las monedas digitales que existen, ranking aparte, obtenemos la friolera de $237.000 millones de dólares. Y un 75% de ese capital, lo acumulan juntas Bitcoin y Ethereum, las dos más importantes.

Cuáles son los tipos de Criptomonedas

En rasgos generales, hay tres tipos de criptomonedas. Bitcoin puso el primer eslabón en la cadena de blockchain, convirtiéndose en un género en sí misma. De ahí, surgieron las demás criptomonedas alternativas o altcoins (como Stellar, Tezos o Vertcoin), con una novedosa tecnología descentralizada de amplio uso. Y la propia evolución de estas (o sea, el tercer tipo), fueron los token o monedas apoyadas en el desarrollo de DApps, es decir, de aplicaciones de código abierto multicapa como BitDegree (BDG) y Civic (CVC).

Las cuales aportan un versátil uso a la blockchain, mucho más allá de limitarse a registrar las transacciones (como en los token clásicos basados en Bitcoin), y ello por medio de contratos inteligentes y con pretensiones de universalizarse y lograr toda una transformación económica y social en el planeta, incluso.

Pero aparte de por su evolución y origen, los activos digitales se pueden clasificar de manera más práctica. Es decir, por el uso concreto al que se destina cada uno de ellos en el ecosistema de blockchain. De esa forma, podríamos hacer la siguiente distinción.

1. Criptomonedas de pago

Pensadas para sustituir al dinero fiduciario, sin más, bajo la filosofía originaria de Bitcoin. Algunas de ellas, respaldadas por activos clásicos tangibles como el oro.

2. Criptomonedas financieras

Sirven para administrar activos y crear mercados de préstamo virtuales. Con una función especulativa, incluso (como Augur o Gnosis), similar a la de un mercado bursátil digital.

3. Criptomonedas de infraestructura

El mejor ejemplo es el ETH de Ethereum. Este tipo de activos deben ser previamente adquiridos por aquellos que desean comerciar y participar activamente en la cadena mediante el uso y la programación de DApps.

4. Criptomonedas de ocio

Su función es repartir de forma justa los beneficios entre el el creador y quien consume su trabajo, y también colaborar en el desarrollo de la moderna tecnología de realidad virtual. Un buen ejemplo es Basic Attention Token (BAT).

5. Criptomonedas de servicio

Su función es muy sofisticada. Ayudan a administrar datos individuales y de empresa en la blockchain. En lo personal, facilitan la creación de identidades digitales, cotejándolas con las analógicas que existen. En lo empresarial, permiten que los productos financieros puedan acceder a fuentes de información externas y almacenar con seguridad sus propios datos (en Siacoin, por ejemplo).

Cuáles son las Criptomonedas más baratas

El precio de una criptomoneda lo determinan tanto su capitalización objetiva como la cantidad de oferta de dicho token que circula en cada momento. Si la capitalización es baja, el riesgo para invertir crece, pues se dispara la posibilidad de fraude y los inversores venden enseguida.

Entre las criptomonedas baratas más populares están:

  • Ardor (ARDR).
  • QuantStamp (QSP).
  • Stellar Lumens (XLM).
  • BitTorrent (BTT).
  • Cardano.
  • Verge (XVG).

Cuáles son las Criptomonedas más usadas

Hay miles de criptomonedas y todo el tiempo salen tokens nuevos, pero no siempre son innovadores. Algunos desaparecen nada más nacer, pues no tienen detrás una tecnología sólida. O incluso forman parte de negocios piramidales de dudosa solvencia. Por eso hay que ser muy precavidos a la hora de escoger y de invertir.

Los cinco criptomonedas más usadas en la actualidad y serias candidatas a ser la moneda del futuro son:

  • Bitcoin.
  • Ethereum.
  • Cardano.
  • Monero.
  • Litecoin.

Cada una con sus ventajas y defectos, pero todas ellas serias y fiables. Y ahora hablemos de las que tienen más futuro para este año 2021 en concreto.

Cuáles son las Criptomonedas con más futuro 2021

Aparte de las dos punteras: Bitcoin, la moneda que más inversión mueve, y Ethereum, la más versátil y de tecnología más compleja, el futuro inmediato le pertenece a otras monedas que han encontrado ya un sólido mercado. Dejando al margen también a las prometedoras Stablecoin como Theter, que ya citamos antes, veamos ahora algunas criptomonedas que van a dar mucho que hablar:

1. Stellar (XLM)

Empecemos con la que entró con más fuerza en este 2021, disparándose a un 200%. Su capitalización de mercado es de $11 mil millones. Su rentabilidad, del 189%. Se diseñó para facilitar la transacción entre fronteras, aunque parte de su empuje se debe al apoyo oficial del gobierno de Ucrania.

2. Dogecoin (DOGE)

Derivada de Litecoin, empezó como divertimento a partir de un simple meme. Pero se ha convertido en algo serio, con una capitalización de $7 mil millones y una rentabilidad del 118%. Tras una primera caída, un CEO de la empresa Tesla le dio el empujón final que requería. Su veloz tiempo de bloqueo mejora incluso el sistema de pagos de Bitcoin.

3. Nem (XEM)

Ha crecido en un 500% en lo que va de año. No requiere computadoras de grandes recursos. Paga a los mineros según criterios de “participación comunitaria” y no por su rendimiento únicamente.

4. Polkadot (DOT)

Las cifras hablan alto aquí. Capitalización de mercado de $27 mil millones. 205% de rentabilidad. Excelente opción para invertir, sin duda.

5. BinanceCoin (BNB)

Trabaja con el mayor sistema descentralizado del mundo, llamado DEX, que permite la compraventa de multitud de tokens diferentes. Aunque DEX ofrece descuentos para quien usa Binance en concreto, lo que potencia mucho esta moneda.

6. Tezos (XTZ)

Ha crecido un 85% en tiempo récord, superando por momentos en un 100% a todas las demás monedas. Es más escalable que Bitcoin, y consume pocos recursos. Su proyecto está basado en DApps, como el de Ethereum, pero con un enfoque más especulativo.

7. Bitcon SV (BSV)

Surgió de una escisión de Bitcoin Cash, con la idea (similar a Tezos) de mejorar la escalabilidad de Bitcoin con bloques más grandes y rápidos. No acaba aquí la muestra. Pues todavía vamos a citar algunas altcoin menos conocidas, pero a las que no conviene perder ojo para este año 2021 y los siguientes. Preparen su billetera (digital, claro).

Cuáles son las altcoins con más futuro 2021

Tron (TRX)

Es una de las principales criptomonedas de ocio. Usa una cadena de bloques descentralizada, que aspira a crear un sistema de entretenimiento global que excluya cualquier mediación entre el creador de contenido y los consumidores, pero remunerando bien a ambos. No lo olvidemos: la eliminación de intermediarios (para el ocio y para todo) forma parte de la filosofía esencial del todavía joven ecosistema de blockchain que inauguró Bitcoin.

1. Primecoin (XPM)

Su peculiar blockchain se basa en la matemática de los números primos. Busca registrar avances matemáticos y, de forma simultánea, dejar constancia de las transacciones monetarias. Suena abstracto, pero su capitalización de 1,3 millones de dólares es algo muy tangible, en cambio.

2. Darkcoin (DRK)

Su protocolo DarkSend busca el anonimato absoluto de las transacciones. Sin embargo, intenta parecerse al dinero en efectivo. Su capitalización ha llegado a alcanzar 19 millones de dólares.

3. Cosmos (ATOM)

Su virtud es la facilidad para conectar sus equipos a los sistemas de intercambio más participativos, logrando gran presencia propia y también un gran retorno (hasta un 9%) para los inversores.

4. Ravencoin (RVN)

Moneda muy joven, de hace apenas dos años. Su precio se acaba de disparar a más de un 800% en este mes de febrero. Quiere ser como un Ethereum más seguro y, a la vez, centrarse en ejecutar pagos directos al estilo de Bitcoin.

Para no extendernos mucho, concluimos con un par de altcoin que buscan emplear su tecnología de bloques, no solo para ser una inversión rentable (que también), sino para introducir mejoras necesarias en el ecosistema digital.

Es el caso de Siacoin (SC), que busca tokenizar el mercado de almacenamiento de información en la nube (hoy en manos de Dropbox o Google), protegiendo mejor la privacidad de los usuarios. O también Golem (GLM), una red P2P basada en Ethereum que busca democratizar el Big Data de una manera predictiva. Para que los usuarios tengan acceso a la mayor información posible, que les permita predecir cambios bruscos en la economía y en el medioambiente. Y ello con el fin de extraer estadísticas útiles que ayuden a afrontar mejor futuras crisis.

Resumen en vídeo sobre cuál será la moneda del futuro